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Estrategias de aprendizaje motivacionales en la Educación Médica Superior

Kenia Betancourt Gamboa,1 Mayelin  Soler Herrera.2

1 Doctora en Estomatología. Especialista de II Grado en Embriología Clínica. Máster en Urgencias Estomatológicas. Profesor Auxiliar. Facultad de Estomatología. Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey. Cuba. Correo electrónico: bgkenia.cmw@infomed.sld.cu
2 Licenciada en Lengua Inglesa. Doctora en Ciencias Pedagógicas. ProfesorTitular. Facultad de Estomatología. Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey.
Introducción
En el informe Delors (1996), se define el reto planteado a la educación, preparar a los educandos para los nuevos tiempos, promoviendo en ellos el aprender a conocer, a hacer y a convivir con otros, y finalmente, aprender a ser. De tal manera, se resume la importancia de formar al estudiante hacia un aprendizaje continuo, con un carácter transformador y creativo, con una manifiesta inclusión en el grupo o grupos sociales donde interactúa.
Hoy se reconoce la necesidad de una Didáctica centrada en el sujeto que aprende, lo cual exige enfocar la enseñanza como un proceso de orientación del aprendizaje, donde se creen las condiciones para que los estudiantes no solo se apropien de los conocimientos, sino que desarrollen habilidades, formen valores y adquieran estrategias que les permitan actuar de forma independiente, comprometida y creadora, para resolver los problemas a los que deberá enfrentarse en su futuro personal y profesional. 1 
Los factores motivacionales juegan un importante papel en el inicio, dirección y mantenimiento de los esfuerzos del estudiante en la autorregulación de sus procesos de aprendizaje. Por ello es necesario desplegar un proceso docente educativo que promueva el desarrollo de estrategias de aprendizaje motivacionales con el objetivo de favorecer el desarrollo de un aprendiz estratégico.

Desarrollo 
En la actualidad la Educación Médica Superior tiene la responsabilidad social de formar profesionales capaces de cumplir con su encargo social. Se coincide con Montes de Oca y Machado1 al referir la necesidad de una didáctica centrada en el sujeto que aprende, lo cual exige enfocar la enseñanza como un proceso de orientación del aprendizaje, donde se creen las condiciones para que los estudiantes no solo se apropien de los conocimientos, sino que desarrollen habilidades, formen valores y adquieran estrategias que les permitan actuar de forma independiente, comprometida y creadora, para resolver los problemas a los que deberá enfrentarse en su futuro personal y profesional.
Según Monereo, las estrategias de aprendizaje son un proceso de toma de decisiones, consciente e intencional 2; que permiten, por una parte, el control, la selección y la ejecución de métodos y técnicas para el procesamiento de la información; y por el otro, planificar, evaluar y regular los procesos cognitivos que intervienen en dicho proceso1; se emplean de forma intencional como instrumento flexible para aprender de manera eficaz, solucionar problemas y demandas académicas3.
Las estrategias de aprendizaje constituyen un proceso de toma de decisiones que forman al estudiante en los procesos de autorregulación; comienza cuando existe una necesidad, un objetivo que lograr y las vías para alcanzarlo, (planificación), continúa cuando se ejecuta el plan elaborado (ejecución y control) a partir de las exigencias de la tarea y finaliza con la evaluación y valoración (autovaloración) de lo realizado4.
Según Montes de Oca y Machado1 permiten, por una parte, el control, la selección y la ejecución de métodos y técnicas para el procesamiento de la información; y por el otro, planificar, evaluar y regular los procesos cognitivos que intervienen en dicho proceso; se emplean de forma intencional como instrumento flexible para aprender de manera eficaz, solucionar problemas y demandas académicas5.
A partir de estos referentes teóricos, se señala que, aunque no coinciden en todos sus aspectos las definiciones aportadas por los autores citados, sí concuerdan en el carácter deliberado, intencional y controlado, que el estudiante ejerce sobre las secuencias integradas de procedimientos dirigidos a facilitar y mejorar su aprendizaje, con el fin de alcanzar un propósito determinado.
La autora de la presente investigación, para asumir una definición de estrategia de aprendizaje, se apoya en la concepción formulada por Gargallo3, quien la enuncia como el conjunto organizado, consciente e intencional de lo que hace el aprendiz para lograr con eficacia un objetivo de aprendizaje en un contexto social dado, integrando elementos afectivo motivacionales y de apoyo, metacognitivos y cognitivos.
El constructo propuesto por Gargallo,  es amplio e integrador y recoge elementos esenciales como: conciencia, intencionalidad, manejo de recursos diversos. A su vez se entiende desde una perspectiva dinámica, que pone el énfasis en el uso estratégico de los diversos componentes que se movilizan para aprender con eficacia.
Taxonomía de las estrategias de aprendizaje
Al revisar la bibliografía al respecto puede apreciarse que existen actualmente disimiles clasificaciones de estrategias de aprendizaje, en este sentido se pronuncian Díaz y Hernández6, señalando que se pueden encontrar clasificaciones en función de qué tan generales o especificas son, del dominio del conocimiento al que se aplican, del tipo de aprendizaje que favorecen, entre otras. Monereo7 las clasifica en macroestrategias: estrategias de organización, de regulación y afectivo motivacionales y en microestrategias: estrategias de repetición y de elaboración; Castellanos et al. 8, (2000) las clasifica en: estrategias cognitivas: dirigidas al procesamiento de la información, estrategias metacognitivas: garantizan la regulación del proceso de aprendizaje y las estrategias de apoyo al aprendizaje: constituidas por procedimientos auxiliares, entre los que se incluyen el autocontrol emocional, el manejo del tiempo etc.
A partir de estos referentes teóricos, se observa que existe una diversidad de clasificaciones, donde se distinguen rasgos similares como: estrategias cognitivas: para gestionar la información; estrategias metacognitivas: regulación del proceso de aprendizaje y estrategias de apoyo: procedimientos auxiliares.
En este sentido, se asume la clasificación de Gargallo et. al9, al proponer una clasificación integradora, la cual se encuentra constituida por tres dimensiones relacionadas con el aprendizaje: voluntad, capacidad y autonomía, agrupándose en dos escalas: estrategias afectivas, de apoyo y control y estrategias cognitivas relacionadas directamente con el procesamiento de la información.
Gargallo et. al9 en su clasificación expone que incluye los componentes de la motivación académica: valor, expectativas y afectivos, del modelo de Pintrich y De Grooth, para completar su propuesta dentro de las estrategias afectivas, de apoyo y control.
Sin lugar a dudas, para lograr un pensamiento que promueva la ejecución independiente y creadora del alumno; hay que prepararlo para ello y en esa línea la enseñanza de estrategias de aprendizaje, constituye una vía que crea condiciones favorables para alcanzar dicho propósito, al dotar al educando de los instrumentos necesarios para su aprendizaje, además a través de este proceso el estudiante toma conciencia de cómo aprende, de los elementos que está usando durante el mismo, donde se destaca la forma de entender, analizar y aprender a partir de los medios definidos por cada uno.
Toda tarea de aprendizaje exige al estudiante una serie de demandas, para las cuales va a disponer de una serie de recursos. Las posibles discrepancias existentes entre las demandas exigidas y los recursos disponibles, conllevan a que el alumno experimente emociones, positivas o negativas y  preocupación por la propia actuación ante esa tarea. De este modo se observa cómo emociones desencadenadas por las condiciones de la actividad, influyen en el comportamiento del individuo, el cual pone en marcha un grupo de estrategias motivacionales que le ayudan a alcanzar el éxito en su realización o a que le afecten mínimamente las consecuencias del fracaso.
La motivación en el ser humano es un proceso interno determinado por aspectos biológicos, culturales, sociales, de aprendizaje y cognitivos que impulsan a un sujeto a iniciar, desarrollar y/o finalizar una conducta10.  A criterio de López11, es  una variedad de factores fisiológicos que inician, sostienen y dirigen el comportamiento. A su vez, Fernández et. al12 refieren, que es resultado del estado interno de un organismo que le impulsa y le dirige hacia una acción en un sentido determinado.
A criterio de la autora, todos los constructos anteriores confluyen en la idea de que la motivación es un proceso que se encuentra en estrecha relación con el logro de objetivos encaminados con el sustento o perfeccionamiento de la vida de un individuo y que se encuentra determinado por características socioculturales, de aprendizaje y cognitivas.
Se considera acertada la reflexión de Yactayo13 al explicitar que en el ambiente académico la motivación es una variable significativa, debido a que cualquier modelo de aprendizaje conlleva explícita o implícitamente una teoría de la motivación. Para que el aprendizaje se dé en el alumno, debe haber una motivación, la cual puede estar originada por factores internos o externos.
Las estrategias motivacionales inciden directamente en el inicio y sostén del esfuerzo durante el proceso de aprendizaje. Cabanach14 las define como un conjunto de procesos implicados en la activación, dirección y persistencia de la conducta. A su vez, Navea15, expresa que enmarcan procedimientos empleados para promover estados emocionalmente adaptativos y/o gestionar aquellas situaciones que afectan el bienestar personal.
Autores como Suárez et. al16, considera que el manejo de las estrategias de aprendizaje motivacionales permiten al estudiante mantener un estado propicio para el aprendizaje, al optimizar la concentración, reducir la ansiedad, dirigir la atención y organizar las actividades y tiempo de estudio. De igual modo, las mismas pueden variar en función de factores tanto personales como contextuales permitiendo un aprendizaje estratégico.
Los factores motivacionales juegan un importante papel en el inicio, dirección y mantenimiento de los esfuerzos del estudiante en la autorregulación de sus procesos de aprendizaje. Sierra refiere que la motivación académica está dada por una relación recíproca entre la motivación, el aprendizaje y la ejecución, la motivación influye en el aprendizaje y en la ejecución13.
Pintrich y De Groot (1990), identifican tres componentes principales de la motivación académica: componente de expectativa: las creencias del estudiante sobre sus capacidades; componente de valor: importancia que el estudiante asigna a la realización de la tarea; componente de afecto: emociones al enfrentarse a la tarea15.
De acuerdo con Suárez y Fernández17, dentro del componente de expectativa, se encuentran aquellas estrategias motivacionales que el estudiante utiliza para favorecer su motivación a través de la activación, la defensa o la gestión de su propia autoestima, realizando una serie de atribuciones o generando expectativas positivas o negativas entre las que se encuentran:

Estrategias motivacionales relacionadas con la Autoestima/Autoconcepto.

1. Estrategia de Ensalzamiento a los demás: Los estudiantes utilizan esta estrategia para proteger su imagen frente a resultados académicos deficientes, resaltando los resultados académicos de sus compañeros18.
2. Estrategia de pesimismo defensivo: El educando activa vivencias negativas, lo que es utilizado con objeto de verse en la situación de tener que incrementar su nivel de esfuerzo para poder paliar dicha situación19.
3. Estrategia de self-handicapping (ponerse trabas): Se define como “La creación de obstáculos al éxito de cara a mantener la autovalía y los autoesquemas positivos” 20.
4. Estrategias de Autoafirmación: Consiste en la búsqueda de una evaluación positiva en un dominio que le permita mantener su imagen positiva y su autovalía21; los estudiantes recurren técnicas memorísticas de aprendizaje superficial, buscando únicamente el logro, con un desinterés marcado por la dedicación de tiempo y esfuerzo22.
5.  Estrategia de anulación de los demás. Con esta estrategia el estudiante evita la comparación con los demás sobre su capacidad para no salir perjudicado, minimizando  los resultados de sus compañeros, pudiéndose ver como competente23.

Estrategias motivacionales relacionadas a las Expectativas/Atribuciones.

1-Estrategia de Sandbagging: Radica en  mostrar un bajo nivel de capacidad con el objetivo de que los demás generen bajas expectativas sobre su rendimiento15.
2-Estrategia Atribucional interna/externa: Controla la motivación mediante la adopción de un determinado tipo de creencias, el estudiante puede utilizar una estrategia  atribucional adaptativa, cuando atribuye el éxito o el fracaso al esfuerzo que emplea, o desadaptativa, cuando no asume su responsabilidad ante sus fracasos15.
Además, las expectativas académicas son fundamentales en los primeros cursos de los estudios universitarios superiores, ya que inicialmente los estudiantes pueden presentar altas expectativas que luego no llegan a realizarse satisfactoriamente 24.
En el componente valor se encuentran aquellas estrategias afectivo motivacionales que favorecen la motivación a través de la gestión de metas académicas y mediante el interés/valor.

Estrategias motivacionales relacionadas con el interés/valor.

1-Estrategias de exaltación del valor de utilidad, consecución y coste: El estudiante resalta las características de la tarea  que le pueden aportar beneficios en el futuro académico (Rodríguez, González y Piñeiro, 2002); genera percepciones acerca de que la tarea le permita confirmar sus capacidades y el esfuerzo empleado y considera coste, al tiempo, esfuerzo y trabajo que supone la realización de una tarea determinada 25.
2-Estrategia de implicación en la tarea: Busca que el estudiante se implique en la realización de la tarea y lo hace a través de acercamientos a la vida cotidiana18.
3-Estrategia generación de meta de evitación: Es utilizada para establecer como motivo del desarrollo de una determinada tarea el intentar superarla, pero trabajando para ello lo menos posible y evitando dificultades26.
4-Estrategia generación de meta de aprendizaje: La meta es el objetivo que lleva, al educando, a desarrollar una determinada tarea, la búsqueda del aprendizaje y el interés26.
5- Estrategia de exaltación del valor intrínseco o del interés: Permite destacar el interés, el desafío, la curiosidad y la novedad que ofrece la tarea o actividad. Por tanto, tiene una mayor capacidad de activar recursos cognitivos y motivacionales a largo plazo23.

Estrategias motivacionales relacionadas con el establecimiento de metas

1-Estrategia de establecimiento de metas académicas: Las metas se pueden establecer durante el desarrollo de la tarea o al finalizar las misma. Los estudiantes con metas orientadas a la tarea están preocupados por su proceso de aprendizaje, en el que aprender,  resolver problemas y desarrollar las propias habilidades son fines inherentes a ella12. 
En el componente afectivo, se encuentran aquellas estrategias que ayudan al estudiante a gestionar y controlar los afectos que surgen e influyen durante el desarrollo de las tareas de aprendizaje.
1- Estrategia de control de la ansiedad: El estudiante utiliza la estrategia, cuando trata de controlar la ansiedad que surge ante las tareas o ante los exámenes. Puede utilizar diferentes técnicas como la generación de pensamientos positivos y evitación de los negativos27.
2-Estrategia de valoración social: El educando busca reconocimiento acerca de su esfuerzo y su capacidad o evitar evaluaciones negativas, para no sentir frustración o tristeza. Suelen realizar preguntas cuando están seguros de que recibirán halagos, pero también pueden utilizar el denominado “autorrefuerzo” y ser ellos los que realicen elogios acerca de su capacidad o esfuerzo36.
3-Estrategia de comparación: Es propio de estudiantes que utilizan metas de rendimiento en sus aprendizaje. La comparación se establece siempre y cuando el estudiante obtenga mejores rendimientos que sus compañeros, logrando sentimientos de satisfacción, valía y orgullo23.
Conclusiones
Las estrategias de aprendizaje son  el conjunto organizado, consciente e intencional de lo que hace el aprendiz para lograr con eficacia un objetivo de aprendizaje en un contexto social dado, integrando elementos afectivo motivacionales y de apoyo, metacognitivos y cognitivos.
Las estrategias  de aprendizaje motivacionales inciden directamente en el inicio y sostén del esfuerzo durante el proceso de aprendizaje, las cuales enmarcan  procedimientos empleados para promover estados emocionalmente adaptativos y/o gestionar aquellas situaciones que afectan el bienestar personal.
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